Artículo de opinión de José Manuel de las Heras, coordinador estatal de la Unión de Uniones.
Estamos ante un año trascendental en el que el futuro de nuestro país está en juego. Durante 2015 está prevista la celebración de elecciones en todas las Administraciones (locales, autonómicas y nacional). Elecciones en las que se prevé un considerable cambio del mapa político por la irrupción de nuevas fuerzas que romperán el bipartidismo que ha marcado hasta ahora a nuestra democracia.
Es por ello, que ahora, más que nunca, tenemos que trabajar por hacer llegar las reivindicaciones de nuestros agricultores y ganaderos a todos los partidos políticos y que incluyan en sus agendas al sector, otorgándole el sitio que le corresponde, como uno de los principales motores de la economía española.
Recientemente, hemos visto como en el Debate del Estado de la Nación se ha pasado de puntillas por nuestros problemas y eso es algo que no podemos consentir que siga sucediendo.
Así, desde la Unión de Uniones hemos convocado una manifestación en Madrid para el próximo 26 de marzo, en la que haremos oír nuestra voz, defendiendo la rentabilidad del sector agrario y unos precios justos para todos.
Muchas son las dificultades a las que nos tenemos que enfrentar en el día a día, dificultades, que se han visto incrementadas en los últimos tiempos, por la crisis de precios; el encarecimiento de los costes de producción (fertilizantes, semillas, electricidad); junto otros que no bajan lo que deben (gasóleo); la reducción de los presupuestos destinados a Agricultura y la pérdida de fondos de los Planes de Desarrollo Regional PDR, por no aportar los mínimos de cofinanciación de España, que entre comunidades autónomas y el Estado deberían haber garantizado, entre otras cosas.
Como consecuencia de todo esto, la renta agraria de media, no ha hecho más que bajar en los últimos años, sólo en 2014 se ha reducido en un 7,5% y si nos remontamos al 2001, hablamos de una caída acumulada del 29,3% en precios constantes.
No podemos olvidarnos tampoco de la creciente inseguridad en las explotaciones. La escalada de robos sigue siendo importante y hasta el momento los equipos especiales destinados a combatirlos no han tenido el efecto deseado. Además, las reformas legales anunciadas no serán eficaces sin los medios personales y materiales necesarios, así como un registro informático coordinado que permita la identificación y seguimiento de los reincidentes.
Por otra parte, contemplamos como no sólo no se está produciendo una equiparación de los servicios entre el medio rural y el urbano, sino que muy al contrario, lo que está ocurriendo es un desmantelamiento del medio rural, con continuos recortes en sectores tan básicos como la sanidad, el transporte público o la educación.
Además, y como comentaba recientemente en otro artículo, vemos que se negocian acuerdos como el Tratado Trasatlántico de Libre Comercio (TTIP), de espaldas a la sociedad, cuando pueden condicionar de manera importante nuestro futuro.
La Unión de Uniones no puede permanecer impasible ante esta situación y no se resigna a que se aparque al sector agrario y al medio rural del debate político y de la planificación de los objetivos socioeconómicos prioritarios para el país.
Creemos firmemente en el poder del sector como generador de empleo y riqueza para el país y lucharemos porque así sea y se reconozca.
Es por ello, que durante este 2015, nos movilizaremos, donde y cuando sea necesario, para defender nuestro espacio y nuestro futuro.
Desde la organización, también trabajaremos para conseguir que se desarrolle la Ley de de Representatividad Agraria y se convoquen elecciones, que permitan a agricultores y ganaderos elegir a sus representantes democráticamente y con transparencia.