El pasado martes día 4 de abril, unos 100 buitres se comieron viva a una vaca y a su ternero recién nacido en el término municipal de La Cumbre (Cáceres). Según cuenta el ganadero, sobre las 10 de la mañana avisó a un vecino de la zona, porque él estaba de viaje, para que comprobara que sus animales estaban en buen estado después del parto. Minutos más tarde el vecino le comunicó que estaba todo correcto y que ambos se encontraban bien.
Dos horas después, el hombre volvió a la finca para ver cómo seguían los animales. Y era entonces cuando desde allí mismo, con su móvil, el vecino incrédulo ante lo que veía, telefoneaba al ganadero. «No te lo vas a creer pero los buitres se han comido a la vaca y al ternero».
Al parecer unos 100 buitres estuvieron alrededor de los animales hasta que acabaron con ellos. Lo realmente sorprendente es que los buitres son carroñeros, no comen animales vivos.
El problema viene de la falta de reses muertas en las fincas, que son el principal alimento de ellos. La enfermedad de las vacas locas llevó a la Administración a prohibir que los ganaderos dejasen los animales muertos en el campo para alimento de los buitres. Ahora, los cadáveres los recoge un camión y son incinerados o van a los muladares que hay en la región. Pero a esos comederos no llegan suficientes animales como para alimentar la población de buitres. Así que ahí están, sobrevolando todas las zonas en busca de comida.
Desde La Unión solicitamos a la Administración que vuelva a permitir que los ganaderos abandonen su ganado muerto en el campo y así evitar más desastre en la ganadería Extremeña. Si las cosas siguen así tendremos una desgracia humana, ya que no podemos descartar que estas aves carroñeras ataquen a personas indefensas como ancianos y niños en el campo.
La Unión de Extremadura ha solicitado una reunión urgente con el Director General de Medio Ambiente, Pedro Muñoz, para poner freno a esta situación.
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