El pasado 29 de enero en Feval (Don Benito) miles de agricultores trasladaron un mensaje tanto al Ministro de Agricultura como al Presidente de La Junta de Extremadura, el mensaje fue claro y contundente “no os vamos a permitir que nos sigáis arruinando”.
El 31 de enero, el Presidente de La Junta, que parece no hacer captado el mensaje, se reunía con parte de los representantes de los agricultores para seguir dando largas a los problemas que tenemos los agricultores en la Región. Propone crear una mesa de trabajo, una comisión de estudios no permanente, trasladar las reivindicaciones al Presidente del Gobierno, todo muy rimbombante pero sin ningún efecto práctico.
Extremadura tiene transferidas las competencias en materia de agricultura y comercio, por lo tanto hay que tomar medidas en la región, hay que tomarlas con urgencia y no es hora de crear mesas ni comisiones ni de pasar la pelota al presidente del Gobierno.
Que el arroz se cotice 45 € por tonelada más caro en Sevilla que en Extremadura, que el gobierno catalán haya puesto un presupuesto de 10 millones de € a disposición del sector frutícola catalán, que no haya competencia entre las empresa que compran productos agrarios extremeños, que no se respete en Extremadura la Ley de la Cadena alimentaria y un largo etc. no se va a arreglar con la creación de mesas, comisiones o escurriendo el bulto.
Se acaban de aprobar los presupuestos de una Comunidad Autónoma donde la principal actividad productiva es la agraria y la empresa agroalimentaria, y en estos presupuestos no hay ni un solo € de fondos regionales para el sector agrario, solo repartimos los fondos que vienen de Bruselas y en el mejor de los casos cofinanciamos alguna línea de desarrollo rural
En La Junta de Extremadura no hay orientación agraria alguna y por este motivo tenemos los problemas que el Presidente no quiere escuchar.
La credibilidad de las promesas del Presiente son nulas, ya el pasado 10 de septiembre se reunión con los mismos interlocutores para consensuar medidas para paliar la sequía y tras el paso del tiempo hemos podido comprobar que las ayudas para este calamidad han sido nulas.
Como el Presidente no ha captado el mensaje, tendremos que volvérselo a repetir con más fuerza.
Hay que volver a agrupar a todo el sector agrario extremeño para que en unidad de acción volvamos a exigir a nuestros políticos medidas concretas para salvar al sector agrario de su ruina.