El Pleno del Congreso de los diputados en la sesión del 26 de febrero ha acordado instar al Gobierno español a una serie de medidas encaminadas a mejorar la situación del sector frutícola a propuesta del Grupo Parlamentario Republicano.
Entre estas medidas se contempla la aprobación en tres-cuatro meses de un plan para adaptar la oferta y la demanda del melocotón y nectarina, otra medida es colaborar con los gobiernos autonómicos que hayan puesto en marcha medidas estructurales coyunturales; y otra serie de medidas.
Tras la lectura de las medidas aprobadas (en teoría por todos los grupos parlamentarios) cabe hacerse las siguientes preguntas:
¿Por qué en principio la propuesta era para reestructurar la fruta de hueso y al final se ha quedado solo para el melocotón y nectarina?
¿Por qué las ayudas estatales solo van a ir dirigidas a colaborar en aquellos gobiernos autonómicos (Cataluña) que hayan puesto en marcha medidas estructurales?
¿Por qué se han quedado fuera de reconversión las frutas de hueso como la ciruela o la cereza? Hay que recordar que en estos dos sectores, Extremadura es la principal productora.
¿Por qué no se apoyan a otros gobiernos autonómicos que vayan a poner en marcha medidas estructurales?
¿Por qué los fruticultores extremeños se vuelven a quedar fuera de estas ayudas propuestas?
¿Dónde estaban y que hacían los diputados extremeños?
El sector frutícola español, concretamente el de la fruta de hueso en su conjunto, necesita una serie de ayudas y reformas para adaptarlo a las necesidades del mercado, pero en modo alguno necesita que se discriminen unas variedades de otras, a unos productores de otros y a unas regiones de otras.
La Unión Extremadura ha exigido a los partidos políticos con representación en el Congreso de los diputados que expliquen a los agricultores extremeños el sentido de su voto por el que han instado al Gobierno a aprobar una serie de ayudas para fruticultores excluyendo de las mismas a los productores de su Región.
En planes de reestructuración anteriores, también se quedaron comarcas extremeñas sin la posibilidad de reestructurar, hay que recordar que para el último plan de restructuración se exigía que la superficie mínima a restructurar fuese de dos hectáreas, con lo que la totalidad de las explotaciones del Valle del Jerte, La Vera y las Hurdes se quedaban fuera. Y por lo visto en estos momentos se pretende hacer algo similar, pero en este caso también se quiere discriminar a las Vegas del Guadiana.