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Como consecuencia de la pérdida del mercado brasileño a la ciruela extremeña, se va a quedar cosecha sin recolectar y se seguirán arrancando frutales en Extremadura.

 

 

 

 

Según el último informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, a fecha 26 de julio, se prevé una producción de 3.486.080 toneladas de fruta de hueso en la Unión Europea, esto supone una reducción de la producción de un 22% con respecto al año pasado y una reducción del 19% con respecto a la media de las últimas 5 campañas.

         Lógicamente a nivel general a esta bajada de la producción le ha correspondido una subida de las cotizaciones de la fruta de hueso con la única excepción de la producción de ciruela.

         En la referencia de los precios publicados por el Ministerio, en la posición más cercana al productor (salida de finca):

 El melocotón ha tenido una subida de precio del 30% con respecto al año pasado y del 24 % con respecto a la media.

El  albaricoque ha tenido una subida de precio del 41% con respecto al año pasado y del 64 % con respecto a la media.

La cereza ha tenido una subida de precio del 59% con respecto al año pasado y del 50 % con respecto a la media.

La nectarina no hay datos pero son similares a los del melocotón.

En cambio la ciruela ha tenido una pérdida del 33% del precio con respecto al año pasado (que ya de por sí era catastrófico) y una pérdida del 38 % con respecto a la media de los últimos 5 años.

         Curiosamente la Extremadura produce más del 50% de la ciruela que se cultiva en España, por lo que esta bajada de precios a los que más ha afectado es a los productores extremeños.

         El principal problema que estamos afrontando esta campaña en las exportaciones de ciruela ha sido el cierre, por discrepancias sanitarias, del mercado brasileño que viene a sumarse al cierre por motivos políticos del cierre del mercado ruso.

         La principal consecuencia de esta pérdida de mercado es la bajada de precios, acompañada de que una parte importante de la cosecha de ciruelas no se va a recolectar y como consecuencia de lo anterior, esta campaña se volverá a arrancar superficies importantes de este cultivo en la Región.

         Mientras esto sucede, mientras vemos cada año como se nos cierran los mercados internacionales, nuestros responsables políticos dan la callada por respuesta.

Según el último informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, a fecha 26 de julio, se prevé una producción de 3.486.080 toneladas de fruta de hueso en la Unión Europea, esto supone una reducción de la producción de un 22% con respecto al año pasado y una reducción del 19% con respecto a la media de las últimas 5 campañas.

         Lógicamente a nivel general a esta bajada de la producción le ha correspondido una subida de las cotizaciones de la fruta de hueso con la única excepción de la producción de ciruela.

         En la referencia de los precios publicados por el Ministerio, en la posición más cercana al productor (salida de finca):

 El melocotón ha tenido una subida de precio del 30% con respecto al año pasado y del 24 % con respecto a la media.

El  albaricoque ha tenido una subida de precio del 41% con respecto al año pasado y del 64 % con respecto a la media.

La cereza ha tenido una subida de precio del 59% con respecto al año pasado y del 50 % con respecto a la media.

La nectarina no hay datos pero son similares a los del melocotón.

En cambio la ciruela ha tenido una pérdida del 33% del precio con respecto al año pasado (que ya de por sí era catastrófico) y una pérdida del 38 % con respecto a la media de los últimos 5 años.

         Curiosamente la Extremadura produce más del 50% de la ciruela que se cultiva en España, por lo que esta bajada de precios a los que más ha afectado es a los productores extremeños.

         El principal problema que estamos afrontando esta campaña en las exportaciones de ciruela ha sido el cierre, por discrepancias sanitarias, del mercado brasileño que viene a sumarse al cierre por motivos políticos del cierre del mercado ruso.

         La principal consecuencia de esta pérdida de mercado es la bajada de precios, acompañada de que una parte importante de la cosecha de ciruelas no se va a recolectar y como consecuencia de lo anterior, esta campaña se volverá a arrancar superficies importantes de este cultivo en la Región.

         Mientras esto sucede, mientras vemos cada año como se nos cierran los mercados internacionales, nuestros responsables políticos dan la callada por respuesta.

Informe Ministerio

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