Calculamos que cada año que se mantiene las sanciones y vetos, los fruticultores extremeños acumulamos pérdidas de 20 millones de € anuales.
La Unión Europea ha comunicado que va a prorrogar 6 meses (hasta el 31 de enero de 2022) las sanciones a Rusia por la anexión de Crimea en el año 2014, la respuesta lógica que vamos a conocer en los próximos días es la ampliación del veto ruso a las producciones agrarias de la U.E. para la campaña que viene por parte d3el Presidente Putin.
Lo raro de estas sanciones y vetos, es que afectan principalmente a las producciones agrarias y en cambio podemos apreciar como por ejemplo Alemania importa el 35% del gas que consume de Rusia y esta importa de Alemania bienes de consumo de alto valor, maquinaria, productos electrónicos y coches.
Los países del sur de Europa no nos podemos permitir el lujo de perder 140 millones de consumidores rusos que desde el año 2014 se están abasteciendo de estos productos en otros mercados.
Extremadura exportaba a Rusia en el año 2013 frutas de hueso por un importe de 20 millones de € y aunque se han realizado esfuerzos importantes para exportar estas producciones a otros países el resultado ha sido muy pobre, por lo que desde esa fecha el sector de la fruta en Extremadura viene arrastrando estas pérdidas.
En los tres años siguientes al veto ruso, las pérdidas en las producciones de frutas, se paliaron en parte con unas ayudas recogidas en el Reglamento (UE) 1031/2014, pero pasado este periodo, la Unión Europea ha seguido manteniendo las sanciones a Rusia pero en cambio ha suprimido las ayudas para paliar las pérdidas ocasionadas por esta decisión política.
La Unión Extremadura, ha remitido un escrito a la Consejera García Bernal, para que junto con el resto de Consejeros de Agricultura de Regiones afectadas insten al Ministro Planas a que se supriman las sanciones a Rusia, que solo están consiguiendo arruinar a miles de agricultores de España.
Entendemos que el Ministro no debería apoyar el mantenimiento de estas sanciones que perjudican a agricultores y ganaderos de España y en cambio en nada afectan a los productos industriales de los Países del Norte de Europa.
